El 12 de octubre de 2020 inserté en Twitter (@JFCalderero) el siguiente tweet:
- “En todos los órdenes y dimensiones de la vida: o creces o menguas. La elección es personal. La mayoría de las personas tiende a sentirse víctimas de… lo que sea y a transformar cualquier vivencia en problemática. Unas pocas detectan las oportunidades que hay en todo hecho, en todo acontecimiento.”
Una hora después un seguidor escribió dos respuestas:
- “No estoy de acuerdo. Lo que defiendes solo es aplicable en algunos órdenes de la vida. Tu tweet me suena a una mezcla entre pensamiento de mr.wondefull y meritocracia.”
y
- “Entiendo que ante toda situación es mejor para toda persona ser fuerte y luchar. Pero hay veces que eso no es posible ¿Te enteraste ayer de la polémica de Spiriman? Dijo que la gente que se muere de cáncer es porque no quiere luchar…”.
Deseando sinceramente descubrirlo, no consigo ver qué órdenes de la vida podríamos excluir de esa dinámica dicotómica de no estaticidad: “o creces o menguas”. Todo hace pensar que en el universo nada, nunca, está en reposo; la vida, toda vida, la existencia, toda existencia es cambio continuo; la pseudoapariencia de estabilidad de algún ser, o suceso no parece ser otra cosa que el resultado de una mirada superficial. La inmovilidad no es una opción, es un concepto vacío; útil para la Física tradicional, pero… “inexistente”. Los seres inanimados en sus inevitables cambios no tienen alternativas de elección; sus reacciones ante los diferentes estímulos están predeterminadas. Pero en los seres animados, especialmente en los seres personales, las cosas funcionan de otra manera: el sujeto elige, con mayor o menor grado de libertad, sus respuestas a los estímulos externos e internos. SOMOS seres responsables de nuestros actos y pensamientos.
Pero, cabría contraargumentar, hay personas que, por incapacidad física o mental, coyuntural o permanente, no tienen opciones para elegir. Cierto; lo cual no significa que, fuera de esas excepcionales circunstancias, el ser humano no sea, estudiado en su conjunto, responsable de sus actos y pensamientos. Recomiendo leer, al respecto, el interesante artículo “SALUD, ENFERMEDAD Y PSIQUISMO” del Dr. D. Fernando Rosel Lana, Profesor de Psicología de la E.U. de Ciencias de la Salud de la Universidad de Zaragoza.
Por otro lado, lamento que la frase pueda asociarse con la marca que cita mi seguidor en la respuesta 1 o cualquier otro “invento” similar en la (nefasta línea) de “si quieres, puedes”, frase culpable de muchos problemas de desajuste personal y social. No es cierto, querer no siempre es poder. ¿Cuál es el problema de la “meritocracia”? En principio me parecería muy bien que gobernasen las personas con más méritos, en lugar de los que son hábiles estrategas en el manejo de las claves del acceso al poder.
En relación con la respuesta 2, estoy absolutamente en contra de la MUY desafortunada frase de @spiriman (cuya cuenta de Twitter ha sido suspendida): “El que se quiere curar de cáncer se cura y el que NO, se muere”. Es una barbaridad inaceptable porque no es cierto y, además, culpa a la víctima. Ahora bien, creo que sí lo es su afirmación de que “la actitud positiva y la fuerza de la mente, son fundamentales y primordiales para vencer esta enfermedad”.
Creo que la cuestión de fondo es si se considera a los ciudadanos como “súbditos”, seres “estadodependientes”, individuos sin criterio en los que no se puede confiar y a los que, en el mejor de los casos, se les proporcionan servicios o, por el contrario, se reconoce que el poder emana de las personas concretas que nunca deben contemplarse como resultado de la acción ajena.